sábado, 4 de enero de 2014

EL HOMBRE DEL SACO

           
         


No pudo con aquel niño que tantas veces se había portado mal. No hubo forma monstruosa de meterlo dentro: fue despedido allí mismo. El chiquillo, por su parte, cogió las llaves del coche, el Iphone, algunos euros de la pensión de la abuela y decidió seguir disfrutando de su infancia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario