-¡No me estás
escuchando Benson! Las ventas han bajado… ¡Hace meses que no vendes un maldito
coche!
-Tienes barro en los zapatos –dijo Benson- Si entro yo
en casa con toda esa mierda en los pies Anny Lee me tira la cortadora de césped
a la cabeza y…
-Benson , –le cortó el jefe Boos- te tengo que
despedir.
-Jefe, el
domingo, no puedo recibirte a ti y a Mary y a los niños con el jardín como lo
tengo…Hecho un asco…
El jefe Boos se puso en pie y agarró a su empleado por
las solapas de la chaqueta hasta
levantarlo de la silla:
-Coge tus cosas y
sal de aquí. ¡Para siempre! ¡Ya!
Benson retrocedió
y fue a su despacho. Tenía algo en un
cajón. Lo abrió. Lo agarró con fuerza y le
gustó su tacto frío y metálico. Al salir, se detuvo para observar cómo el jefe
Boos limpiaba por fin, sus zapatos.
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