De regreso a casa, Chihiro y yo nos metemos en
la cama. En un momento dado ella se tordula los hurgalios. Yo aproximo suavemente mis orfelunios y nos dejamos llevar por la jadehollante embocapluvia del orgumio. Mientras Chihiro y yo practicamos el capítulo 68, Totoro y Literato corretean por la casa. Tengo mis
dudas, pero yo creo que este gato es de color azul. Se escapan. Totoro,
convertido en gatobús pasea a Literato, el perro, por la ciudad. Salimos a
buscarlos y los encontramos en la sesión golfa de la Filmoteca. Vemos una
película de Hayao Miyazaki; “Mi vecino Totoro”. Versión original subtitulada al
castellano. Empiezo a entender un montón de cosas. El gatobús y todo eso. No
podemos terminar de verla. El acomodador nos enfoca con su estúpida linterna y
nos echan de la sala: no está permitida la entrada de personas a esta
proyección.
sábado, 8 de febrero de 2014
domingo, 2 de febrero de 2014
NAUPACTO O LA BATALLA DE LEPANTO
Estoy
cansado de los gritos de los turcos, del fuego y del humo. De los encuentros
sangrientos entre galeras, de los golpes de artillería, de las picas, de las
armas enastadas, de las espadas, de la espesa nube de saeta. Renuncio a la Liga
Santa y exijo que me paguen con creces la pérdida de movilidad de mi mano
izquierda. Hasta aquí he llegado y es el momento de cambiar el rumbo de mi
vida; empezaré por imaginar molinos de viento.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)